Las primeras estaciones de metro surgieron en las metrópolis de
finales del siglo XIX, casi siempre sobre la base de diseños unitarios
tipificados, algunos de los cuales determinan aún la fisonomía
de ciudades como Londres, París o Nueva York. Las de Berlín,
por el contrario, estuvieron desde los comienzos supeditadas en gran medida
a las corrientes arquitectónicas imperantes en la época de
su construcción. Para un observador ex- perimentado, un desplazamiento
en el metro de Berlín equivale, por tanto, a un viaje a través
de la historia de la arquitectura. Las distintas estaciones de los
trayectos ultimados hasta 1930 son representativas de estilos tan
dispares como la arquitectura industrial, el modernismo, el histo-ricismo
y la "Neue Sachlichkeit" (o "nueva objetividad"). Tras veinte años
de letargo, la red comenzó a ampliarse en la zona occidental a partir
de 1953. En primer lugar se acometió la prolongación de la
línea U6 hasta Alt-Tegel, seguida de la U9 desde Leopoldplatz hasta
la Spichernstraße. Como en etapas anteriores, los edificios resultantes
eran expresión de la arquitectura y el diseño de su tiempo.
Los pilares en trapecio y los techos de mariposa (con el eje longitudinal
acodado y elevado) evocan el estilo "Nierentisch". Los clásicos
de esta época son las estaciones Kurfürstendamm y Hansaplatz,
diseñadas por Bruno Grimmek. A partir de los primeros años
sesenta, la configuración de estas instalaciones quedó en
manos de Rainer G. Rümmler, arquitecto oficial designado por el senado
berlinés. Característico de este periodo fue un funcionalismo
técnico cuya simplicidad estandarizada es difícilmente supe-
rable. Todavía puede admirarse en el tramo de la U7 comprendido
entre Blaschkoallee y Zwickauer Damm, y en la U6 desde Alt-Tempelhof hasta
Alt-Mariendorf. El creciente nivel de exigencia y la contribución
de las subvenciones del gobierno federal dieron como resultado, a partir
de los setenta, una arquitectura de representación que en sus inicios
hacía alusión al pop art, tan vigente en aquellos años.
A modo de ejemplo cabe citar las estaciones Fehrbelliner Platz, en la línea
U7, o Schlossstraße y Rathaus Steglitz, en la U9. Las tres quedan
retratadas en este libro. A principios de los ochenta se recurría
al posmodernismo para edificar las estaciones Paul-sternstraße y
la monumental Rathaus Spandau, de la línea U7. Contrastan
con las anteriores las austeras estaciones de hormigón situadas
en el tramo final de la U5 en dirección a Hönow, construidas
en los últimos años de la RDA.
|
|